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¿Cuál es la mejor forma de manejar las rabietas en niños de 2 a 5 años?

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Las rabietas son como tormentas emocionales: llegan con fuerza, a veces sin previo aviso, y pueden parecer incontrolables. Pero, al igual que las tormentas, no duran para siempre. Para los niños de 2 a 5 años, una rabieta es una explosión de frustración, una forma de expresar emociones que aún no pueden manejar con palabras. Entonces, ¿cómo podemos ayudarles sin caer en gritos, castigos o desesperación? Aquí tienes una guía detallada para manejar las rabietas con amor, paciencia y estrategias efectivas. 1. Entiende qué hay detrás de la rabieta Los niños pequeños tienen un cerebro en desarrollo. Su corteza prefrontal (la parte encargada del autocontrol) aún no está lista para gestionar la frustración. Por eso, cuando algo no sale como esperan, su única forma de reaccionar es a través del llanto, los gritos o incluso golpes. ✏️ Ejemplo: Imagina que tu hijo de 3 años quiere ponerse sus zapatos solo, pero no logra encajarlos bien. En lugar de pedir ayuda, grita, los lanza y se tira ...

¿Cómo establecer límites a mi hijo sin dañar su autoestima?

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  Cuando hablamos de límites, a menudo pensamos en normas estrictas o castigos. Sin embargo, establecer límites no significa reprimir al niño ni anular su voluntad , sino crear un entorno seguro y predecible donde pueda explorar, aprender y desarrollarse con confianza. El reto es encontrar el equilibrio entre una crianza respetuosa y la necesidad de guiar a tu hijo hacia hábitos y comportamientos saludables. A continuación, descubrirás estrategias para fijar límites claros sin socavar la autoestima de tu hijo. 1. Comprender por qué los límites son necesarios Los niños necesitan límites para sentirse seguros. Un límite no es una barrera que corta sus alas, sino un marco de referencia que les da orientación. Sin límites, los niños pueden sentirse perdidos o ansiosos, porque no saben qué se espera de ellos. Ejemplo real: Si un niño no tiene horario para dormir, puede irse a la cama tarde y no descansar lo suficiente. Al imponer un límite (ej.: “A las 8:30 es hora de dormir...