“Te amo siempre… pero no todo está permitido”

Cómo equilibrar el amor incondicional con la disciplina respetuosa El dilema silencioso de muchos padres “¿Y si lo corrijo, pensará que ya no lo quiero?” “¿Y si lo dejo hacer todo, crecerá sin límites?” Muchos padres y madres —especialmente en la primera infancia— se enfrentan a esta tensión interna: ¿cómo poner límites sin dañar el vínculo? ¿Es posible sostener el amor incondicional mientras se guía con firmeza? Desde el enfoque Montessori, la respuesta es sí. Y no solo es posible, sino necesario. Porque los niños necesitan amor, sí… pero también estructura, contención y coherencia. Este artículo te ayudará a encontrar ese punto de equilibrio tan buscado: el de una disciplina que no castiga, pero sí educa. 🌱 1. El amor incondicional no significa permisividad Amar incondicionalmente a tu hijo no es dejarlo hacer todo. Es decirle con palabras y acciones: “Te amo por ...