Cómo acompañar a tu hijo/a cuando niega sus dificultades?
“¡Yo no tengo ningún problema!”
Cuando no quieren ver lo que ya nosotros vemos
A veces sentimos que nuestro hijo o hija está teniendo dificultades: con la escuela, con los amigos, con sus emociones o incluso con su salud.
Y cuando intentamos hablarlo, su respuesta es inmediata:
“¡No me pasa nada!”
“Tú siempre exageras.”
“Déjame en paz.”
Ese silencio, esa negación o esa evasión duele…
Pero también es una señal de que aún no están listos para ver lo que nosotros vemos.
Desde la mirada Montessori, acompañamos con respeto el ritmo interno del niño o niña, reconociendo que el crecimiento emocional no se impone, se cultiva.
Vamos a ver cómo hacerlo, sin forzar… pero sin desaparecer.
🌱 1. Comprende que negar es una forma de protección
Negar un problema no siempre es rebeldía o desinterés.
A menudo, es un mecanismo para evitar un dolor que aún no pueden procesar.
Puede deberse a:
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Miedo al juicio
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Vergüenza
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Miedo a defraudar
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Falta de lenguaje emocional
💬 Frase para ti como adulto:
“Mi hijo no me está desafiando. Me está diciendo que aún no sabe cómo nombrar lo que siente.”
Montessori nos recuerda: cada niño tiene un ritmo y una necesidad diferente de contención emocional.
🧘 2. Observa sin intervenir de inmediato
No tienes que resolverlo todo hoy.
A veces, el silencio acompañado es más poderoso que mil sermones.
✨ Practica la observación consciente:
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¿Cuándo suele negar sus problemas?
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¿En qué contextos reacciona a la defensiva?
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¿Cómo responde cuando otros lo notan?
🧠 Desde Montessori, el adulto es un observador activo que acompaña sin invadir ni corregir de inmediato.
🗣️ 3. Abre espacios seguros para hablar… sin obligar
En vez de forzar conversaciones serias con frases como “tenemos que hablar”, crea espacios donde se sienta a salvo para expresar.
🎯 Estrategias que ayudan:
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Charlas durante una caminata o al jugar (menos contacto visual, más fluidez)
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Libros o cuentos con personajes que atraviesan problemas similares
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Preguntas abiertas y suaves:
“¿Cómo te sentiste hoy con lo que pasó?”
“¿Te ha pasado que te cuesta decir lo que piensas?”
💬 Y si no responde, puedes decir:
“Está bien si no quieres hablar ahora. Pero quiero que sepas que aquí puedes hacerlo cuando lo necesites.”
🧩 4. Modela vulnerabilidad sin dramatismo
A veces los niños niegan sus problemas porque no han visto que es normal tenerlos.
Muéstrale que tú también enfrentas dificultades y aprendes de ellas.
💬 Ejemplos reales:
“Hoy me equivoqué en el trabajo y me dio vergüenza. Pero aprendí algo nuevo.”
“A veces yo también necesito ayuda, y está bien pedirla.”
🎯 Así normalizas el error, el miedo, la confusión… y creas un ambiente emocionalmente seguro.
❤️ 5. Refuerza la conexión, incluso si niega o se cierra
No lo tomes como un fracaso si no quiere hablar.
Tu constancia, tu tono, tu presencia le dicen más que tus palabras.
💬 Frase sanadora:
“Aunque ahora digas que no pasa nada, yo estoy aquí, siempre.”
🌱 Montessori nos enseña que la seguridad emocional es la base para cualquier aprendizaje o cambio.
Incluso para aceptar lo difícil.
Acompañar no siempre es tener respuestas. A veces, es simplemente no irse.
Cuando un hijo o hija niega sus problemas, el desafío no es obligarlo a ver, sino preparar el terreno para que un día pueda hacerlo solo.
Tu trabajo es estar, ofrecer, nombrar sin presión, y confiar.
Porque aunque parezca que no escucha… tu voz le va quedando dentro.
Y cuando se sienta listo, volverá a ti.
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