¡Tu hijo NO es “malo” por tener emociones fuertes!
Es común escuchar frases como “Mi hijo es muy terco”, “Siempre hace berrinches por todo” o “Es demasiado sensible”. Pero la realidad es que los niños no son “malos” por expresar sus emociones intensamente. Las emociones no son un problema, son una señal.
Desde que nacen, los niños están aprendiendo a navegar por un mar de sensaciones que muchas veces no entienden del todo. Cuando lloran, gritan o se frustran, no están siendo "caprichosos" ni tratando de manipularnos. Están comunicando algo que no pueden expresar con palabras. Nuestra tarea no es reprimir esas emociones, sino ayudarles a gestionarlas.
💡 Las emociones son señales, no problemas
Imagina que el tablero del auto enciende una luz roja. En lugar de taparla con una calcomanía, la revisas para ver qué está pasando. Las emociones de los niños funcionan igual.
✔ Rabia o frustración → Necesitan sentirse escuchados y comprendidos.
✔ Miedo o inseguridad → Buscan seguridad y orientación.
✔ Alegría extrema → Quieren compartir su emoción y conexión contigo.
El problema no es que los niños sientan con intensidad, sino que muchas veces no saben qué hacer con esas emociones.
🙅♂️ Lo que NO ayuda
🚫 Decirle que se calme → “No llores”, “No grites”, “No exageres” solo le hace sentir que sus emociones están mal.
🚫 Castigar las emociones → “Si sigues llorando, te vas a tu cuarto” le enseña que expresar sentimientos trae consecuencias negativas.
🚫 Minimizar lo que siente → “No es para tanto” hace que el niño dude de sus propias emociones.
🔹 Ejemplo: Si tu hijo se frustra porque su torre de bloques se cayó y tú le dices “Eso no es importante”, él aprende que sus sentimientos no valen. Con el tiempo, podría dejar de compartir lo que le afecta.
✅ Lo que SÍ ayuda
✔️ Dale palabras a sus emociones → “Parece que estás enojado porque querías más tiempo para jugar.”
✔️ Permítele sentir → En lugar de pedirle que se calme, valida su emoción: “Es normal sentirse frustrado cuando algo no sale como esperabas.”
✔️ Enséñale estrategias de regulación emocional → Respirar profundo, contar hasta 10, apretar un cojín, dibujar lo que siente.
🔹 Ejemplo: Si tu hijo grita porque no quiere apagar la TV, en lugar de decir “Deja de gritar”, prueba con “Veo que estás molesto porque querías ver otro episodio. Podemos hablar cuando estés listo”. Así le enseñas que su emoción es válida, pero también que hay formas adecuadas de expresarla.
🎯 Cómo ayudar a tu hijo a gestionar sus emociones
1️⃣ Conviértete en su espejo emocional → Los niños aprenden observando. Si ven que tú también te frustras y respiras hondo en lugar de gritar, lo imitarán.
2️⃣ Crea un rincón de la calma → Un espacio con cojines, libros y juguetes sensoriales donde pueda regularse.
3️⃣ Enséñale que todas las emociones son normales → Dile frases como:
✅ “Está bien sentirse triste, aquí estoy contigo.”
✅ “Es normal enojarse, pero no podemos lastimar a los demás.”
✅ “Puedes sentir miedo, pero juntos podemos enfrentarlo.”
💡 Recuerda: Un niño que aprende a entender y gestionar sus emociones, será un adulto que podrá manejarlas sin reprimirlas ni explotar. No busquemos que los niños sean “tranquilos” todo el tiempo, sino que sepan expresar lo que sienten de manera sana.
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