¿Cómo equilibrar el juego estructurado con el juego espontáneo?


Imagina que tu hijo está construyendo una torre de bloques, concentrado, inventando su propio mundo… y tú piensas: “¡Hora de la actividad del día!”

Pero, ¿interrumpir ese momento libre para hacer una actividad guiada es lo correcto? ¿Y si lo dejo, estoy renunciando a enseñarle algo importante?

Este dilema es común. En casa, queremos estimular a nuestros hijos, pero también respetar su ritmo. Entonces, ¿cómo encontrar el balance entre el juego estructurado y el espontáneo? Tranquila, tranquilo: sí se puede, y te vamos a mostrar cómo.


🎭 ¿Qué es el juego estructurado y qué es el espontáneo?

🧩 Juego estructurado
Es toda actividad guiada por un adulto, con un propósito claro: una actividad sensorial, un juego de memoria, una receta sencilla. Tiene reglas, objetivos y un inicio y fin definidos.

🌈 Juego espontáneo
Es cuando el niño decide qué jugar, cómo y con qué. Puede ser imaginar que una caja es un barco, inventar canciones, o clasificar piedras “porque sí”. No hay metas externas, solo curiosidad en acción.

Ambos tipos de juego son importantes. Uno nutre la concentración dirigida y las habilidades cognitivas. El otro, la creatividad, la resolución de problemas y la libertad emocional.


⚖️ ¿Cómo encontrar el equilibrio sin que uno anule al otro?

🌞 1. Observa primero, dirige después
Si ves que está profundamente inmerso en un juego espontáneo, ¡no lo interrumpas! Espera a que termine, o invítalo más tarde a la actividad estructurada.

Ejemplo Montessori:
Tu hijo está clasificando cucharitas y tapitas por color. No fue una propuesta tuya, pero está aprendiendo lógica, coordinación y atención. Respétalo. Luego, puedes presentarle una bandeja con un nuevo material de emparejamiento.

📆 2. Establece rutinas, no rigidez
Reserva ciertos momentos del día para propuestas estructuradas (como después del desayuno o antes de la siesta), pero deja amplios márgenes para el juego libre.

Tip útil:
Un horario visual con dibujos puede ayudar a anticipar los momentos de estructura sin que se sientan impuestos.

🔁 3. Combina lo estructurado con lo libre
Una actividad estructurada puede abrir la puerta a un juego libre. Por ejemplo, tras hacer un “tren de letras” con tarjetas, él decide usarlo para transportar animales por toda la casa. ¡Maravilloso! No lo frenes, síguelo con la mirada… y con el corazón.

🧠 4. Recuerda que aprender no siempre se ve como “clase”
A veces creemos que solo se aprende si hay una ficha, una consigna o una consigna clara. En Montessori, el aprendizaje real ocurre en la acción libre, cuando el niño elige, repite, corrige y se concentra.


💬 ¿Y si solo quiere juego libre? ¿Estoy fallando?

Para nada. Si tu peque rechaza tus propuestas estructuradas, es señal de que necesita más tiempo de autonomía o que el material no despertó su interés (todavía).

✅ Prueba con materiales más simples, más visuales o relacionados con lo que ya disfruta.

✅ Respeta su “no”, pero mantente disponible para cuando quiera explorar contigo.

Recuerda: lo importante no es que siga la actividad al pie de la letra, sino que se involucre activamente en su propio proceso.


🎯 ¿Qué gana tu hijo con este equilibrio?

✔️ Autonomía para decidir
✔️ Capacidad de seguir reglas con flexibilidad
✔️ Creatividad sin límites
✔️ Mejores vínculos contigo (porque se siente respetado)
✔️ Mayor concentración y auto-motivación

En resumen, el juego libre no se opone al aprendizaje guiado. Ambos se necesitan, se nutren y conviven en armonía… si los dejamos.


💬 ¿Te ha pasado que tu hijo rechaza tus propuestas o interrumpes sin querer su juego libre?

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🌱 Montessori en casa no es perfecto… pero sí posible, respetuoso y feliz.

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